El pasado fin de semana ha fallecido un gran maestro pero este no enseñaba a leer ni a escribir, él enseñaba igualdad. Esta persona se llamaba Mandela, él sabía perdonar ya que estuvo encarcelado veintisiete años por pensar diferente, por querer una África mejor. Dió una lección de democracia a un país humilde pero dejó tras sí un país diferente .
La cuerda que ha tirado este líder la cogerá mucha gente porque por mínima sea la cosa a favor de la humanidad que hagamos es aportar una gota a un vaso, que hay que llenar con la ayuda de todos. Hay que hacer justicia porque si no trabajas en equipo no ganas ningún partido.
Una cifra, desconocida para muchos, o para otros imborrable, 46664, el número de un preso , un preso inocente, un preso con muy mala suerte.
Y aunque hayamos perdido a un nobel de la paz estoy segura de que siempre estará con nosotros porque siempre nos quedará África, un país destrozado, una obra de un gran maestro.
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La he sacado de aquí |