lunes, 9 de diciembre de 2013

Mandela, su muerte.



El pasado fin de semana ha fallecido un gran maestro pero este no enseñaba a leer ni a escribir, él enseñaba igualdad. Esta persona se llamaba Mandela,  él sabía perdonar ya que estuvo encarcelado veintisiete años por pensar diferente, por querer una África mejor.  Dió una lección de democracia a un país humilde pero dejó tras sí un país diferente .
La cuerda que ha tirado este líder la cogerá mucha gente porque por mínima sea la cosa a favor de la humanidad que hagamos es aportar una gota a un vaso, que hay que llenar con la ayuda de todos. Hay que hacer justicia porque si no trabajas en equipo no ganas ningún partido.
Una cifra, desconocida para muchos, o para otros imborrable, 46664, el número de un preso , un preso inocente, un preso con muy mala suerte.


Y aunque hayamos perdido a un nobel de la paz estoy segura de que siempre estará con nosotros porque siempre nos quedará  África, un país destrozado, una obra de un gran maestro.


La he  sacado de aquí





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